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Una Mujer verdaderamente impresionante y fuera de serie

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Hay muchos que son buenos en tal o cual deporte; hay otros que son catalogados como excelentes, pero sólo hay unos cuantos como ella, que su paso por el mundo de los deportes fue tan impresionante

Hay muchos que son buenos en tal o cual deporte; hay otros que son catalogados como excelentes, pero sólo hay unos cuantos como ella, que su paso por el mundo de los deportes fue tan impresionante que no sólo se convirtió en una leyenda, sino que a la fecha, no ha habido mujer alguna que la iguale. En 1950, fue elegida la mejor atleta femenina en el mundo, de la primera mitad del siglo XX por una votación unánime de la Associated Press. Fue una deportista estadounidense con una vida llena de insólitos e innumerables triunfos…. Esta es su historia:

Mildred “Babe” Didrikson Zaharias, vino al mundo el 26 de Junio de 1913, en Port Arthur, Texas. Desde pequeña destacó por sus cualidades deportivas. Deporte en el que competía, deporte en el que ganaba, pero fue durante la escuela secundaria, de adolescente, que participó dos veces en el equipo femenino All-American de baloncesto y cuando tenía 18 años empezó a destacarse en distintas actividades atléticas, desde carreras de velocidad hasta lanzamiento de la jabalina, así como en la natación, tenis, beisbol, atletismo y, sobre todo, el golf.

También estableció tres récords nacionales en pruebas de atletismo y participó en innumerables competencias de pentatlón y decatlón. En los Juegos Olímpicos celebrados en los Angeles, en 1932, Mildred ganó y estableció nuevos récords mundiales en lanzamiento de jabalina (43,69m) y en los 80m vallas (11,7seg). La pionera del atletismo femenino, Mildred se convirtió en el nombre tabú para el rancio machismo de la época que le tocó vivir. Al ganar individualmente dos medallas de oro y una de plata, además fue parte del equipo ganador de la medalla de oro en la carrera de relevo 4×100. Mildred fue la primera fémina que inscribió su nombre en la historia moderna de los Juegos Olímpicos.

El medallero de ‘Bebe’ podría haber aumentado enormemente, si en aquellos tiempos no se impidiese a las mujeres participar en más de tres pruebas individuales. Con esta restricción, se apuntó el triunfo en 80 metros vallas y lanzamiento de jabalina, y la segunda plaza en el salto de altura, en la que perdió el oro frente a Jean Shirley, pero no porque Mildred saltara menos, sino porque los jueces “consideraron ilegal” su técnica de salto por hacerlo con la cabeza hacia adelante. Fue excluida de los siguientes Juegos Olímpicos porque, en su época en la que el profesionalismo estaba vetado, había ganado dinero por dar clases de baloncesto a un equipo de escuela secundaria. Pero no sólo en deportes amateur ella triunfó, sino en muchos otros deportes, por ejemplo: Mildred realizó la hazaña de “ponchar” jugando al beisbol, a Joe Di Maggio, el que fuera el mejor de su tiempo.

¡Y Joe estaba en la cúspide de su fama de su gloria!…. “Babe” resultó mejor beisbolista que Joe, e incluso él reconoció ante las incipientes cámaras de película de cine en vivo, y ante los micrófonos de la radio, que había sido derrotado “por toda una dama y excelente deportista”. Pero no se conformó con eso, sino que también participó en fútbol americano y baloncesto profesional -jugando contra hombres-, además de handbol, tenis, boliche, esgrima -donde fue campeonísima-, esquí, alpino, polo, deportes ecuestres, tiro al blanco, lanzamiento de discos y de martillo, salto con garrocha, ciclismo, canotaje, gimnasia, frontón, pesas, artes marciales…. ¡Y muchos otros deportes más!

Y si esto fuera poco, en sus “ratos libres” fue una excelente billarista, ajedrista y campeona de golf”. A partir de 1935 decidió jugar golf profesionalmente y entre 1936 y 1954 ganó todos los grandes campeonatos femeninos de golf, incluyendo el campeonato amateur de los Estados Unidos (1946), el campeonato del mundo (1948, 1949, 1950, 1951) y el Abierto femenino de Estados Unidos (1948,1950 y 1954), ambos torneos profesionales. El Abierto de los Estados Unidos de 1954, su tercer torneo ganado, lo hizo después de haber sido operada de cáncer. Fue abatida por esta enfermedad a los 43 años. Su casa estaba llena de trofeos y de medallas. Todo lo pudo vencer, menos al cáncer y en la primavera de 1953, “Bebe”, sacando fuerzas de flaqueza, ya que estaba demacrada y agotada por la enfermedad, conquistó por última vez el Torneo Abierto de Golf de los Estados Unidos. En el año de 1956, el fenómeno deportivo más grande del siglo, dejaba de existir…

Un año antes de su muerte, en 1955, se publicó su biografía “This Live I’ve Led”…. Que es la impresionante historia de una mujer fuera de serie, de una mujer que nació para ganar y siempre ganó!!! Y Créalo o No, Así Fue!!!!

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