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RELACIONES CONFLICTIVAS: “¿POR QUÉ ME ENAMORÉ DE TI?”

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Generalmente las personas que una y otra vez cometen el mismo error teniendo relaciones conflictivas, no es porque se enamoran de la persona equivocada, aseguran los especialistas, sino que simplemente sienten ‘una atracción especial’ hacia la otra persona y al querer explicar cuál es el atractivo no pueden hacerlo claramente.

Y por si eso fuera poco, aún resulta más difícil de explicar el hecho de que una persona se enamore de otra conflictiva, debido a que la relación se vuelve claramente conflictiva y dolorosa. No obstante, muchas personas, tras romper una relación insatisfactoria, vuelven a enamorarse de otra muy similar a su ex pareja y repite el mismo patrón, con los mismos problemas y conflictos.

Las relaciones conflictivas se caracterizan por altos y bajos muy drásticos, en etapas más problemáticas incluso ni siquiera se experimentan buenos momentos sino que por el contrario las discusiones son más frecuentes.

¿A qué se debe esta tendencia conflictiva?

Las personas tienden a relacionarse con sus parejas en la edad adulta de modos similares a como aprendieron a relacionarse con sus padres durante su infancia. Si las relaciones con sus padres fueron sanas, equilibradas y satisfactorias, tenderán a buscar parejas similares a sus padres en su modo de relacionarse, con quienes podrán mantener relaciones igualmente satisfactorias, lo cual lógicamente resulta positivo.

En cambio, cuando las relaciones con los padres fueron insatisfactorias y conflictivas, sigue existiendo la misma tendencia a repetir patrones en futuras relaciones. Eso es debido a que en la relación con los padres se crearon una serie de miedos y necesidades insatisfechas que dejaron lo que podemos llamar “asignaturas pendientes”, temas no resueltos, que la persona se ve inconscientemente empujada a revivir en sus relaciones de pareja como un modo de superarlo. Es decir, es como si esta persona buscara una segunda oportunidad para que al fin salieran las cosas de otro modo. Así, eligen inconscientemente parejas con quienes van a vivir situaciones similares a las vividas en su infancia.

Así, los miedos y reacciones de ambos provocan que el otro se acabe comportando del modo que más temen y acaben recreando el mismo tipo de relación insatisfactoria que mantuvieron con sus padres.

Llegados a este punto ambos se sienten decepcionados con la otra persona. Piensan que les engañó, que es muy diferente de como habían creído al principio. En realidad no es que sean diferentes, sino que si bien en un principio se estaban relacionando de modos más sanos, una vez activados sus miedos, comenzaron relacionarse desde el miedo, desde los patrones inadecuados aprendidos en la infancia, de modo que, a los ojos del otro, parecían ser dos personas diferentes a las que eran al principio de la relación.

Cómo salir de una relación conflictiva

Para salir de este círculo vicioso y romperlo, ambos necesitan superar sus miedos, y el mejor modo de hacerlo es precisamente dentro de esa relación, pues en ella pueden aprender lo que cada uno necesita aprender.

Es decir, hay que aprender a no temer tanto al abandono y aceptar el hecho de que la pareja necesite a veces un poco de soledad, de aislamiento, sin que eso no signifique que haya rechazo, sino que esa es su forma de reponerse de un duro día de trabajo, y que en cuanto se haya relajado estará ahí para la pareja cariñosa/o como siempre.

Si antes de tener pareja eras una persona independiente que podía tomar sus propias decisiones sin rendirle cuentas a nadie, debes tener claro que teniendo pareja esa condición debe mantenerse.

Por tanto, si sientes que ya no puedes decidir lo que quieres hacer porque antes tienes que acordarlo con tu pareja o incluso pedirle permiso, la relación no va por buen camino.

De igual forma, puede que te sientas coaccionada a tomar las decisiones que sabes que van a satisfacer a tu pareja porque de lo contrario supondrá un enfado. Independientemente de cómo te afecten a ti estas decisiones.

Otro signo puede ser que veas muchas limitaciones en tus perspectivas de futuro. Puede que tu pareja te entorpezca a la hora de mejorar laboralmente o que te desilusione en este sentido.

Es importante que cuando sientas presión exagerada y hasta fuera de contexto de parte de tu pareja, analices muy bien la situación, para poder alejarte a tiempo antes de que se convierta, aparte de conflictiva, en dañina para ambos.

Si este es tu caso, busca ayuda, los especialistas recomiendan que tomen terapia de pareja para poder limar asperezas y eliminar los conflictos que cada uno traiga sobre sus hombros.

Pregúntate a ti mism@, ¿sientes que cada día que pasas al lado de esa persona eres más infeliz?, puede que te encuentres viviendo una relación conflictiva. Es decir, si cuando la otra persona no está, te sientes relajada y descansada puede que tu relación de pareja sea perjudicial para ti.

Una de las características fundamentales de una relación sana es poder mantener tu propio espacio para poder crecer como persona y sentir que sigues siendo tú misma. Si sientes que no eres la misma persona que antes  y no tienes la libertad para tomar las decisiones que consideras mejor para ti, probablemente tengas una pareja conflictiva. Con el tiempo esto puede producir desgaste psicológico e incluso llevar a padecer problemas emocionales.

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