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La Bolsa se desploma por el repunte del coronavirus y la preocupación sobre economía y desempleo

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Más de 1.5 millones de trabajadores pierde su empleo en una semana. La crisis se frena pero el desempleo seguirá alto durante meses, según la Reserva Federal.

La economía estadounidense alcanzó su pico en febrero y desde entonces ha caído en recesión, acabando con la época de crecimiento más larga de la historia registrada (desde junio de 2009). La crisis originada por la pandemia de coronavirus ha dejado hasta mayo 21 millones de desempleados, que podrían ser muchos más, según el Departamento de Trabajo.

La Reserva Federal proyectó este miércoles que la tasa de desempleo seguirá en el 9.3% a final de año, después de saltar del 3.5% en febrero al 14.7% en abril, y bajar al 13.3% en mayo.

Este jueves se han conocido las peticiones nueva de subsidio de desempleo en la última semana: rebasan los 1.5 millones, algo menos de lo esperado, y por debajo en 355,000 de las de la semana pasada, lo que indica que la crisis puede estar debilitándose, aunque estas cifras siguen siendo históricas. 

[Es oficial: la economía está en recesión (aunque podría ser breve)]

La última cifra del Departamento de Trabajo marcó el décimo descenso semanal consecutivo en las solicitudes de ayuda por desempleo desde que llegaron a su punto máximo a mediados de marzo, cuando el coronavirus golpeó con fuerza.

Tras publicarse los datos correspondientes a la semana pasada, los precios de las acciones bajaban pronunciadamente este jueves por la tarde en la Bolsa de Valores de Nueva York, ante indicios de un aumento en la cantidad de víctimas del coronavirus y la continua debilidad de la economía.

El promedio industrial Dow Jones caía más de 1,500  puntos en horas de la tarde, y el índice S&P 500 estaba camino a sufrir su tercer retroceso consecutivo y su peor día en casi tres meses

Bajaban particularmente las empresas tecnológicas, financieras, industriales y médicas. También las energéticas, afectadas por el descenso de los precios del crudo.

El informe de empleos de la semana pasada mostró que los empleadores agregaron 2.5 millones de empleos en mayo, un aumento inesperado que sugiere que el mercado laboral ha tocado fondo.

Incluso con la ganancia de contratación de mayo, solo uno de cada nueve trabajos que se perdieron en marzo y abril han regresado. 

Pero eso no capta el alcance total del daño al mercado laboral. Incluyendo a aquellos que el gobierno dijo que fueron erróneamente categorizados como empleados en el informe de empleos de mayo y aquellos que perdieron sus trabajos pero no buscaron otros nuevos, 32.5 millones de personas están sin trabajo, estiman los economistas.

El informe del jueves también muestra que otras 706,000 personas solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada bajo un nuevo programa para trabajadores autónomos y trabajadores temporales que los hizo elegibles para la ayuda por primera vez. Estas cifras no están ajustadas a las variaciones estacionales, por lo que el Gobierno no las incluye en el recuento oficial.

Los beneficios de desempleo están proporcionando un apoyo significativo a los estadounidenses desempleados, con pagos totales que alcanzaron los 94,000 millones de dólares en mayo, seis veces el récord anterior establecido en 2010 justo después de la recesión anterior. Esta vez, los beneficios incluyen 600 dólares adicionales a la semana.

Pero ese beneficio adicional está programado para terminar el 31 de julio, y la Administración de Trump se opone a extenderlo. Su oposición ha creado un posible conflicto con los demócratas de la Cámara de Representantes, que han aprobado una legislación para extender los 600 dólares semanales en beneficios federales por seis meses adicionales.

Los republicanos en el Congreso argumentan que esta cantidad, que se suma a los beneficios estatales que promedian alrededor de 375 dólares en todo el país, significa que muchos de los desempleados están recibiendo más dinero de los beneficios para desempleados que lo que ganaban en sus antiguos trabajos. Los republicanos argumentan que esto desalienta a la gente a volver a trabajar.

La Reserva Federal estimó el miércoles que la economía estadounidense se contraerá un 6.5% este año, debido a la pandemia, antes de expandirse un 5% en 2021.

Su presidente, Jerome Powell, aseguró que habrá un “período prolongado” durante el cual sería “difícil para muchas personas encontrar trabajo”.

Powell señaló, asimismo, que el mercado laboral “puede haber tocado fondo” en abril, pero aclaró que todavía es demasiado pronto para saberlo con certeza. Casi 21 millones de estadounidenses siguen desempleados.

Powell subrayó también que es probable que se necesite más ayuda del Congreso y del Banco Central, ya que es probable que un número considerable de estadounidenses no se recuperen nunca de sus empleos.

Las proyecciones sugieren que la Reserva Federal no ve que la economía se recupere completamente de la recesión hasta el 2023.

“Mi suposición es que habrá una parte significativa, hasta millones, de personas que no vuelvan a sus antiguos trabajos”, dijo Powell. “Podrían pasar algunos años” antes de que encuentren trabajo.

“El desempleo sigue siendo históricamente alto”, aseguró Powell.

La Reserva Federal se comprometió a mantener los tipos de interés cerca de cero, hasta 2022, y continuar con sus amplios programas de compra de bonos al ritmo actual en el futuro previsible.

Los funcionarios no prevén una recuperación económica en forma de “V”-como había sugerido Trump-, aseguró Joe Brusuelas, economista jefe de la auditoría RSM, a The Associated Press, refiriéndose a una economía que se recupera tan rápido como se contrae.

“El constante retroceso de las solicitudes [de desempleo] es un desarrollo positivo, pero el mercado laboral ha sufrido un golpe traumático y una recuperación completa se medirá en años, no semanas o meses”, aseguró Nancy Vanden Houten, economista de Oxford Economics en Nueva York. “Las cifras no captan toda la magnitud del golpe dado a los trabajadores durante esta crisis única.”

Las solicitudes de desempleo todavía son más del doble del pico durante la Gran Recesión de 2007-2009.

Las solicitudes continuas de desempleo bajaron a 20.9 millones, en la semana que terminó el 30 de mayo, de 21.487 millones en la semana anterior (las solicitudes se notifican con una semana de retraso una vez aprobadas). Los reclamos continuos han disminuido desde el récord de 24.912 millones a principios de mayo.

Esa disminución ha sido atribuida al Programa de Protección de Cheques de Sueldos del gobierno, parte de un histórico paquete fiscal de casi 3 billones de dólares, que ofrece a las empresas préstamos que pueden ser parcialmente perdonados si se utilizan para los salarios de los empleados.

Con información de The Associated Press, ReutersThe Washington Post y The New York Times.

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