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LA ALIMENTACIÓN DE LA MUJER, A PARTIR DE LOS 40 DEBE SER CUIDADOSA Y SELECTIVA

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Al llegar a los cuarenta, nuestro organismo comienza a experimentar cambios que nos recuerdan el paso del tiempo. La flaccidez empieza a estropear la tersura de la piel, dándole el tan indeseado aspecto de cáscara de naranja. Los huesos también se resienten con la edad y acecha la osteoporosis que debilita los huesos, sobre todo a las mujeres que se encuentran en la etapa de la menopausia. Una dieta sana no cura nada pero sí impide una degradación si no atendemos las necesidades de nuestro cuerpo.

A partir de los cuarenta se experimentan ciertos cambios en el organismo que generalmente tienden a hacer que se acumule más grasa en ciertas partes del cuerpo, en la mujer son las caderas, y es la alimentación una de las bases principales para tratar de aminorar las consecuencias que la edad trae consigo.

Lo que se come es aún más importante cuando se entra en los 40. Las mujeres necesitan proteínas (carne, pescado, lácteos, legumbres y nueces), carbohidratos (granos enteros), grasas saludables (aceites saludables), vitaminas, minerales y agua.

ALGO DE LA TERRIBLE CELULITIS

Uno de los principales problemas es la celulitis que afecta, sobre todo, a las mujeres. La celulitis está formada por unas células llamadas adipocitos que habitan bajo la piel y se encargan de almacenar la grasa que demanda nuestro cuerpo.  Por una cuestión hormonal, la celulitis se ensaña con más del 90% de las mujeres y no es patrimonio exclusivo de las personas gruesas.

Sus lugares favoritos para instalarse son los muslos y las clásicas y antiestéticas pistoleras; las nalgas, el vientre, un espacio muy frecuentado por la celulitis a partir de los cuarenta años; el interior de las rodillas y el interior de los brazos, un terreno abonado durante el embarazo o tras un importante aumento de peso; y el cuello durante y después de la menopausia.

DIETA CONTRA LA CELULITIS

El cuerpo defiende a toda costa su despensa profunda de grasa, por eso es recomendable evitar los alimentos pesados (platos muy elaborados, frituras…) porque dificultan la digestión y contienen grasas non gratas, también restringir el consumo de café y alcohol, que sobrecargan el hígado entorpeciendo sus funciones de filtro, y limitar el uso de sal, ya que favorece el estancamiento de líquidos.

Beber dos litros de agua al día y entre comidas es muy adecuado para eliminar toxinas. No olvide que las legumbres deben de estar presentes, ya que limitan la absorción de azúcares y grasas y favorece la actividad intestinal.

EL DECLIVE DE LA OSAMENTA

La osteoporosis es otro de los problemas asociados comúnmente con la edad. Esta consiste en un proceso de disminución de la estructura ósea. Los huesos se van debilitando y eso conlleva el riesgo de fracturas. Esta descalcificación es progresiva y la persona no suele notar apenas síntomas hasta que realmente está mal.

Son las mujeres las que se ven especialmente afectadas, sobre todo a partir de la menopausia, debido a la disminución de estrógenos, de progesterona o de DHA (deshidroepiandrosterona).

Para combatir la osteoporosis lo mejor es seguir una dieta adecuada que el médico indicará en cada caso. Pero asegure tener una dieta balanceada, y eliminar en primer lugar, los malos hábitos tóxicos como el exceso de alcohol, café, azúcar, sal y carne, ya que tienden a acidificar nuestro organismo y hacernos perder calcio. Se habla mucho de si los alimentos contienen mucho o poco calcio, pero realmente lo importante es no perderlo.

Una dieta rica en verduras, frutas, aceite de oliva, frutos secos, cereales y legumbres, es muy adecuada para mantener unos buenos niveles de calcio en nuestros huesos.

La soya y sus derivados (tofu, miso, leche de soja, carne vegetal, etc…) nos aportan calcio y favorecen además su absorción.

Las algas marinas no tienen nada que envidiar a los lácteos en cuanto a cantidad de calcio y otros minerales. El sésamo y los frutos secos como las almendras, las semillas de amapola, las avellanas o nueces también aportan muchísimo calcio y otros nutrientes.

Las semillas de girasol o lino (linaza) ofrecen omega 3 y 6, de vital importancia para el equilibrio de los ácidos grasos, vitales para tener buena salud.

La vitamina D ayuda al calcio a pasar del intestino a la sangre favoreciendo así su asimilación, pero debemos tener cuidado de no tomar nunca suplementos de esta vitamina por nuestra cuenta, ya que es una vitamina liposoluble y nuestro cuerpo la puede acumular.

Agrega a tu alimentación una porción de grasa insaturada al día. Este tipo de grasa contiene efecto protector contra enfermedades cardiovasculares. Escoge una de las siguientes opciones para cada día:

Para tu plato de ensalada agrega:     

  • 1 cucharadita de aceite de olivo       
  • 2 cucharadas de cacahuates tostados
  • 2 cucharadas de ajonjolí tostado

Para tu plato de fruta adiciona:

  • 10 almendras picadas
  • ½ cucharada de nueces picadas.

Té verde

Puede resultar fundamental y de gran ayuda el consumir mínimo una taza de té verde al día, (trata de consumir las hojas del té) ya que está demostrado que acelera nuestro metabolismo y, por lo tanto la facilidad, de perder peso. Además, mejora nuestro sistema inmunológico y tiene propiedades antioxidantes. En caso de tener sofocos causados por la menopausia, este puede ser una buena opción para aliviarte.

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