CREMA CASERA PARA DOLORES MUSCULARES

Cuando hacemos ejercicio, las células de nuestros músculos queman más calorías y entre las fibras pasan varios fenómenos interesantes. Algunos haces musculares se estiran y fortalecen, otros se rompen y han de ser reparados. Mientras tanto, se acumula el ácido láctico porque los lactatos están relacionados con la producción de adenosín-trifosfato (ATP, por sus siglas en inglés), del que ya hemos hablado, es la molécula que guarda la energía, es como la gasolina de las células.

Para ayudar a todo el proceso, podemos hacer en casa una crema muy sencilla que tiene los elementos necesarios para ayudar a la recuperación de los músculos.

Ingredientes

• 1 ½ onza de miel.
• 1/2 onza de aceite de coco.
• 1 onza de aceite de árnica.

Preparación

1. Poner la miel en baño María y esperar hasta que esté a punto de hervor, que es cuando se pone más líquida.
2. Apagar el fuego y actuar rápidamente: mezclar el árnica y el aceite de coco moviendo y removiendo mucho, hasta que se mezcle perfectamente.
3. Poner en un recipiente oscuro y con tapa ancha que aguante el calor y esperar hasta que se enfríe a temperatura ambiente.

Aplicación

Aplique la crema sobre las zonas del cuerpo donde tenga dolor por ejercicio, ya sean los grandes músculos o incluso los pies. Úsela sin enjuagar, dos veces por día mientras sienta dolor o contracción.

La crema huele rico y parece muy sencilla, pero le sorprenderá lo que puede hacer sobre los músculos y la piel. La miel es astringente, eso quiere decir que, aplicado local y externamente, relaja los tejidos, desinflama y cicatriza. El aceite de coco es hidratante, tiene vitaminas E y K, así como ácidos grasos, colágeno y elastina. Pero el secreto está en el árnica, que es rica en helenalina, una sustancia antiinflamatoria muy usada por la industria farmacéutica.

Antes de poner en práctica este o cualquier otro remedio casero, consulte a su médico. Preguntas, comentarios: textosymasbuzon@gmail.com