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CONTROLAR GRITOS Y BERRINCHES DE SUS HI-JOS: EL GRAN SECRETO!

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La obediencia no se logra con gritos ni a golpes

‘Es mi hijo y yo lo trato como se me pegue la gana’, esa fue la respuesta que me dio mi amiga Verónica cuando trate de hacerle ver que pegarle a su hijo no era la mejor opción para hacerlo obedecer, y que a la larga, podría perjudicar a Jorguito de apenas 5 años.

Muchos padres cometen el error de creer que con gritarle, darle un jalón de orejas o unas nalgadas a sus hijos van a lograr su respeto y obediencia, pero por lo general, sucede lo contrario. Y es que debemos comprender que a un niño, por pequeño o grande que sea, se le debe tratar como tratamos a un adulto… con respeto, pero también con firmeza.

LA ÚNICA DIFERENCIA

Corregir a base de golpes puede ocasionar obediencia por miedo, no por respeto ni convicción, pero además genera resentimientos, que de alguna manera son las mismas emociones que el adulto experimenta cuando le sucede algo parecido en el trabajo.

Desde esta perspectiva, la única diferencia que existe entre un niño y un adulto es, el tamaño del cuerpo. Cuando el niño se le obliga a hacer alguna cosa en contra de su voluntad, no se debe a la “habilidad de los razonamientos como adulto”, sino a la impotencia que hay en el menor al enfrentarse a un cuerpo más grande y fuerte.

La mayoría de los padres que corrigen a golpes a sus hijos, en realidad no logran la obediencia deseada porque no saben cómo comunicarse con ellos y por lo general no logran esa comunicación porque piensan que los niños a cualquier edad, siguen siendo muy pequeños para que comprendan.

LO QUE DEBE CONSIDERAR

Si usted es uno de esos padres que se hace obedecer a base de gritos, golpes y hasta humillaciones, recuerde algo: algún día su hijo crecerá y no querrá que él o ella le guarde siempre ese resentimiento ¿verdad? y menos que de alguna forma éste se cobre todas cuantas usted le hizo, ¿o sí? 

Claro, no se descarta el hecho que en muchas familias existen hijos incontrolables, ¡pero recuerde que con una buena comunicación todo es posible!

Si ha comprendido lo anterior tal vez le gustaría -a partir de este momento- proponerse tratar a su hijo(s), como a usted le gusta que lo traten y hacerles lo que le agrada que le hagan s ud. Llévelo a la práctica y se sorprenderá de los resultados.

Pero a nuestros hijos no sólo hay que tratarlos como a nosotros nos gusta que nos traten, sino que también hay que ayudarlos a desarrollar habilidades para que cuando lleguen a la edad adulta, sean autosuficientes y sobre todo puedan tomar decisiones y conductas positivas para sus hijos. Y para ello, los expertos en psicología infantil nos recomiendan tener presente los siguientes puntos:

  • Permita que decidan por sí mismos.
  • Permita que experimenten. Si su hijo desea ayudar a lavar el carro, deje que lo haga. Su carro no lucirá muy limpio pero su hijo habrá experimentado lo que significa lavar algo.
  • ¿Si su hijo mayor de quince años necesita dinero? Dígale amablemente que se consiga un trabajo de medio tiempo. Si es un niño de tres o cinco años, que “trabaje” cuidando a sus muñecos comiendo o durmiendo suficiente.
  • No le conceda al hijo todas las cosas materiales que le pide, es preferible que le enseñe que los automóviles, la ropa y viajes, son el resultado del trabajo arduo.
  • Recuérdele que una persona dependiente es un esclavo: así que motívelo a que tenga iniciativa y sea autosuficiente. Pero cuide que todo sea en su justa medida y de acuerdo a su edad.

Siguiendo todos estos pasos, usted tendrá a un hijo obediente, respetuoso, responsable. ¡Pero recuerde, usted debe de poner mucho de su parte!

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