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Su hijo es.. ¿Víctima o Victimario?

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Un estudio realizado en varias escuelas reveló que cada siete segundos ocurre un acto llamado bullying (o abuso) y de ello muchos padres se quejan; sin embargo para que haya abusado, debe haber un abusador, luego entonces

Para cualquier padre de familia, sobretodo hoy en día, le resultaría difícil de creer que su hijo/a es víctima de intimidación en su escuela. Sin embargo, cada vez más alumnos (a nivel nacional), son el blanco de abusos como burlas, humillaciones y en casos extremos hasta golpes, por parte de sus compañeros de escuela, a eso se le ha llamado bullying. Y según opinan algunos expertos, tal tendencia va cada vez más en aumento. 

  Es común que los padres, cuando se llegan a enterar de este tipo de situaciones traten de remediar el problema a su manera, como por ejemplo, hablan con los padres de los chicos que intimidan a su hijo/a; hablan con el director de la escuela o ‘toman al toro por los cuernos’ y confrontan a los mismos abusadores. Pero muchas veces, este tipo de acciones en vez de arreglar la situación, la empeora, y por tal motivo muchos chicos prefieren no decir nada por miedo a una posible represalia o venganza.  

 Pero por un momento pongámonos en el otro extremo y pensemos que es nuestro hijo/a el abusador. Ahora bien, ¿qué hacer cuando es el abusador?.. En estos casos, es recomendable que los padres de ese chico, antes de “hacer algo” entiendan las razones por las que un abusador actúa así.

DEFINICION DE UN ABUSADOR

   La intimidación se produce cuando una persona se ensaña en molestar a otra, y desde esa definición, el abuso puede ser físico, verbal o psicológico. Los profesionales coinciden en la existencia de varias razones subyacentes en la intimidación:

– Puede ser una manera de combatir la inseguridad que experimenta el abusador, como la incapacidad de aprender, problemas mentales u otros conflictos. La intimidación hace que el abusador se crea poderoso.

– Es una conducta aprendida. Un abusador puede ser el fruto de una relación abusiva, o se le castiga de esa manera en casa. Él (o ella) transfieren entonces tales agresiones a sus condiscípulos en la escuela.

– La persona se reúne con malas compañías o no lo supervisan en casa. La intimidación es una forma de aceptación o iniciación a un club selecto de “amigos”. 

COMIENZOS PRECOCES

   La intimidación puede conducir a una conducta más destructiva y hasta criminal en la medida que el niño va creciendo. 

 Y si bien muchos maestros comparan la intimidación con las payasadas en el patio de la escuela, hay una razón para preocuparse de que esa conducta pueda aparecer precozmente en la vida de una persona.

 Un estudio realizado en varias escuelas revela que algún acto intimidatorio sucede cada siete segundos, de los cuales los profesores sólo detectan el cuatro por ciento. Y cerca del 40% de las víctimas afirma que no les revelaron el problema a sus padres. 

   Algunos maestros afirmaron que en sus respectivos centros, los párvulos utilizaban repetidamente tácticas de ensañamiento contra otros niños para hacer su voluntad. Algunos de ellos golpearon, empujaron, dieron puñetazos, gritaron, vociferaron y experimentaron rabietas, mientras que otros demostraron falta de respeto por otros niños.

   Si no se controla, los niños pueden seguir intimidando durante toda su vida como ocurre en muchos casos. Los maestros creen que los padres de esos niños deben trabajar conjuntamente con el personal escolar para detectar cualquier conducta inapropiada y corregirla a tiempo. 

TAMBIEN ELLAS INTIMIDAN

   Aunque resulta fácil categorizar que los varones son los principales responsables de la intimidación, las hembras tienen una representación similar. Ellos por lo general practican la intimidación física mientras que ellas son expertas en el abuso emocional y psicológico, utilizando a menudo su relación de amistad como arma para lograr lo que deseen, por ejemplo: “Haz lo que te digo o dejaré de ser tu amiga”.

 En otros casos, las chicas hacen uso de rumores e insinuaciones para arruinarles la vida a otras condiscípulas. Algunas chicas que han recibido este tipo de intimidación, afirman que, en ocasiones, es más dañino que el abuso físico.

   La intimidación es algo indeseable, pero no es fácil de vencer, más que nada, porque muchos estudiantes que son víctimas de abuso no reportan los incidentes por temor a una venganza.

  Según Rachel Simmons, autora de dos libros acerca de la intimidación, lo más difícil es porque muchas chicas (y chicos) relacionan una férrea oposición con la pérdida de sus amistades. Creen que si se oponen a un abusador/a van a perder a todos sus amigos. 

  Para obtener más información acerca de la intimidación o bullyng, visite las web:, www.bullybeware.com, www.bullypolice.org o www.bullybuster.org.

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