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Nunca es demasído pronto para empezar a alertar a sus hijos, contra las drogas

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Las drogas son un problema muy serio al que todos nos enfrentamos al menos una vez en la vida, la comunicación con sus hijos es fundamental para que él sepa decir NO en una de las etapas más difíciles en su vida

Desafortunadamente en este caso, desde hace años, hablar de drogas se ha vuelto cada vez normal, tan normal que ya casi a nadie incomoda y peor aún, este desdichado flagelo ha alcanzado cada vez más a nuestras familias, a nuestros parientes, a nuestros hijos. Por eso es fundamental que los padres no solo lo tengan en mente sino que hagan hasta lo imposible para evitar que sus hijos caigan en ese vicio. Pero esto no solo debe ser cuando los chicos ya estén en “la supuesta edad de peligro”, sino mucho antes, de hecho desde que empiecen a entender.

LOS PRIMEROS PASOS
  La conducta de los padres, aun antes de que nazca el hijo, es importantísima. Para empezar, las drogas -incluidos la nicotina y el alcohol- pueden atravesar la barrera placentera y afectar al feto desde la tercer semana de la gestación. A juzgar por algunas investigaciones, los bebés de madres adictas corren un mayor riesgo de volverse adictos en su futuro.

   En ese sentido, es fundamental que desde antes de que asistan a la escuela, se establezcan ciertos valores de conducta para su familia: honradez equidad, respeto por el prójimo y por la ley.

  Primeras lecciones. Tan pronto como tengan edad para entenderlo, explíqueles que los limpiadores domésticos, los aerosoles, las medicinas y otros productos que hay en casa pueden ser venenosos y/o dañarlos. Tenga usted presente, que esas también son drogas, de otro tipo, pero lo son.

LA ESCUELA PRIMARIA
  Los niños de entre cinco y nueve años todavía aprenden principalmente por experiencia. Y aunque suelen considerar héroes a sus maestros, pesa más lo que ven en casa.

  “Para los niños pequeños, lo que cuenta no es lo que dicen sus padres, sino lo que hacen. Y si los chicos ven que sus padres beben y fuman, no debe sorprender que sigan su ejemplo”, explica la psicóloga infantil Ruth-Ann Flynn.

 La mayoría de los expertos están de acuerdo en que no es tan malo que sus hijos lo vean a usted beber de vez en cuando, pero sí que lo vean refugiarse en el alcohol cada vez que tiene un problema. Sobre todo, cuando beba no los haga participar, pidiéndoles, por ejemplo, que le preparen un coctel o le alcancen una cerveza.

  Buenas decisiones. Este es el momento de empezar a enseñarles a tomar sus propias decisiones sin imitar a los demás. “Procure hacerles entender que el que alguien les pida algo no necesariamente significa que eso sea lo correcto”, comenta Flynn.

 En los últimos años de la enseñanza primaria muchos chicos conocen compañeros que han comenzado a fumar, a beber o a drogarse… Y no, que esto no le asuste ni le parezca increíble… Es una realidad!!

  Intuir el peligro. A esta edad, una de las lecciones más trascendentes que los padres pueden dar a los niños es enseñarles a decir no.  

  Ayude a sus hijos a mantenerse alejados de lugares donde puedan presionarlos para consumir drogas. Si los invitan a una fiesta, por ejemplo, deben preguntar: ¿Quiénes van a ir? y ¿Van a estar sus padres en casa? En última instancia, dígales que se marchen si les parece que se está cocinando algo turbio. Alerte a sus hijos sobre la manera en que se promueven las drogas y el alcohol o alguna sustancia indebida.

  Los chicos que se aproximan a la pubertad ven y oyen cada vez más películas, programas de televisión y canciones que los bombardean con imágenes de gente que bebe o se droga. No basta que sus hijos le digan que van al cine; pregúnteles qué película van a ver e infórmese sobre ella. Cuesta trabajo, pero hay que hacerlo.

  Aproveche también los momentos propicios para inculcarles principios. Si un sábado, por ejemplo, están viendo juntos la televisión, tome pie de que presentaban un anunció relativo a las drogas para charlar sobre el tema.

  Nunca es demasiado pronto para empezar a hablarles, y mientras uno no los fastidie, los amenace o los sermonee, y mientras el mensaje sea conciso, nunca insistirá lo suficiente.
 En nuestra próxima edición, le daremos algunos “tips” que le pueden ayudar y/o alejar, para dentro de lo posible evitar caer en la tentación de las drogas a jóvenes y adolescentes… NO SE LO PIERDA!!

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