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¿Alguna vez pensaste que él te diga… ‘NO PUEDO’?

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Por: Martha Lizola

  En esta ocasión hablaremos con un poco de humor, pero en serio y respecto a los hombres que en algún momento de su vida simplemente ‘No pudieron’ en esa primera noche tan esperada por su pareja … ¡Uppps, mejor ni pensarlo!
  Pero bueno, he aquí algunos consejos para tratar a un hombre con pánico al ‘no poder’.

  Algunos se creen ‘los mejores del mundo en todo’, pero un pajarito me ha contado (no pregunten ahora ¿qué pajarito?), que muchos varones sienten temor a no funcionar sexualmente cada vez que van a tener un encuentro amoroso con una nueva mujer en su vida, especialmente si esa mujer les importa mucho y la seguridad se les cae como llanta desinflada por un clavo. ¡Sí, ‘se ponchan’ o ‘se les va el ánimo’!

  Mujeres, no sean crueles; la pregunta que se hacen esos varones es por nervios, por la emoción que sienten al estar con la mujer tan deseada, es: ‘¿Y si no puedo?’, ¿si hago un papelón?’. Ese es un instante dramático e imperceptible, mientras tembloroso se ajusta el nudo de la corbata antes de salir con ella. Peor se viene a su mente: ¿Cómo, si a James Bond jamás le falló su pistola, y a Supermán jamás su ‘ese’. ¡Sí, la ‘S’ que lleva ese ‘súper hombre’ en su traje, sobre su pecho!

  Pues pasa que los hombres quieren ser el Mesías en la vida de la mujer en cuestión (su novia o esposa) y abrir el mar de su existencia en dos para que ella crea que hay ‘un antes y un después’ de haberse conocido… ¡Sí, en la cama, convirtiendo a la chica en una involuntaria jueza de espadachines y trapecistas!

  Así que él varón se ve obligado ‘a hacer un gol de media cancha o de taquito’ cada quince minutos, razón por la cual manda todas las pelotas sobre la portería o al ‘corner’ (tiro de esquina) y no se gana ni una copa de leche, de miel o ni siquiera de agua.

   En síntesis; y esto va para las Damas:
  1) Nunca acepte intimar con él en la primera salida, sobre todo si lo nota tartamudear o lo ve invadido por un sudor frío y la mirada propia de un paracaidista con ataque de vértigo.
  2) Si van a cenar a un lugar romántico, pidan vino de mesa a fin que una bebida espirituosa lo libere de temores y ansiedades. Eso sí, sean moderados, porque si se excede, el vinito sólo le va a desinhibir su tendencia a roncar con silbatinas o él se va a poner a cantar ópera parado sobre la mesa. ¿Y quién quiere tener a un Pavarotti cantando, en esa noche tan especial? ¡Nadie! 
  3) En la noche de bodas jamás se le ocurra contarle que en ‘su despedida de soltera’ fue a un lugar de ‘stripper’ donde vio hombres incomparables, guapos, fuertes, muy sensuales, que se sentaron en sus piernas y pudo tocar esos músculos que le parecieron, tan, tan… (¡oiga si no era campana!) y etc…
  4) No le reclame nada ‘si no pudo tocar la melodía en el órgano esa noche’, pero sí le puede decir que: ‘Lo importante no es el órgano sino el organista’. Si en el lecho ve que ni dos tabletas de Viagra le hacen efecto al individuo, no lo atosigue con frases de maga o prestidigitadora como: ‘¡Ufff, ¿nada por aquí… nada por allá!
  5) Si el chico no la impresiona en lo más mínimo, tampoco lo deprima con: ‘¡Qué bueno que tienes otros talentos!’, o ‘¿y si mejor regresamos al antro?’ Y jamás dispare un: ‘No te preocupes, no fue tu noche, ¿te parece si mejor nos vamos?’. Y peor  si es tu esposo y le digas: ‘¡Ya duérmete querido, mañana será otro día!’.
  6) El hombre de hoy es como un niño al que hay que mimar, diciéndole elogios para que crezca un poco. Cuando se desnude, usted mírelo y diga disimulando con asombro: ‘¡Oh, my God! Así lo tendrá atado a la correa de su narcisismo (admiración exagerada que siente alguien por sí mismo) dependiente de usted por toda la eternidad. Bueno, espero que estos consejos le funcionen a la perfección. ¡Hasta la próxima! 

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